informe secreto de inteligencia

Segunda parte del informe secreto de inteligencia sobre las bandas de coyoteros
¡Dueños de barcos coyoteros son muertos!
El tráfico humano produce casi tanto dinero como el de la droga.

DARTAÑÁN
munozh@graznasa.com.ec
Fotos de Archivo, Armada Nacional
Fuente: Inteligencia Naval

El negocio del coyoterismo es tan jugoso que mueve más de 10 millones de dólares mensuales.

A esta conclusión llegó el contraalmirante Eduardo Navas Nájera, director general de la Marina Mercante del Litoral, luego de conocer el informe elaborado por el personal de Inteligencia Naval.

Es así, que sumando las ganancias mensuales se concluye que la industria del coyoterismo mueve anualmente cien millones de dólares.

La cantidad de dinero ha enriquecido a un pequeño grupo de traficantes, quienes han invertido el dinero en compra de carros, casas, fincas y el resto lo tienen depositado en entidades financieras muy conocidas.

“Ellos tienen mucho dinero a diario para pagar a los cómplices del delito.

Es decir, enganchadores, buseteros, hoteleros o dueños de residencias donde ocultan a los migrantes y a los propios pescadores.

No hay duda que este negocio es muy jugoso y será así mientras los compatriotas sigan queriendo salir del país en busca de mejor suerte económica y mientras esos hoteleros, buseteros y pescadores les sigan colaborando.”, aseveró Navas Nájera, tras indicar que es difícil detener a los coyoteros debido a que pocos son los migrantes que los denuncian, creando las mismas víctimas del tráfico una red de silencio cómplice que protege a la mafia.
Compran barcos viejos
En la investigación se ha llegado a comprobar que los coyoteros no solo son de la Sierra.

También hay coyoteros costeños, en Salinas, Manta, Crucita y Puerto López, quienes por lo general son propietarios de embarcaciones medianas llamadas “chinchorreros”. Estos coyotes locales viajan a la Sierra donde tienen sus “agencias de enganche” y se vienen trayendo los grupos de clientes.

De ahí se deduce que estos capitanes conocen todas las zonas por donde pueden salir los barcos.

“Algunos de los capitanes han estado quebrados porque la pesca ya no les resulta rentable y se han visto empujados a participar en estos ilícitos. Uno de estos casos se presenta en Puerto López, donde los coyoteros han financiado hasta campañas para la Alcaldía”, según nuestras fuentes.

Pero, como en los últimos meses las autoridades les seguían las pistas; hoy han cambiado de modalidad.
“Compran los barcos viejos que están abandonados o los que no pasan las inspecciones para ser matriculados, pagando desde 10.000 dólares para arriba”, reveló la fuente.

Después buscan contactos en el Registro Civil consiguiendo gracias a funcionarios venales, la documentación de personas ya fallecidas y los notarizan como dueños de los barcos. Aquí participan algunos abogados que se conocen al dedillo esta clase de trámites ilegales y que obvio, también entran en la vasta red de los cómplices del coyoterismo..

Enseguida le arreglan la fachada al nuevo barco, el motor, lo pintan y así queda listo para trasladarlo a lugares en alta mar donde el capitán y la tripulación -juntos no llegan a 7 personas- esperan hasta la hora de zarpar que por lo general es entre las 02:00 y las 04:00 de la madrugada.

Muchas veces toda la operación termina como ocurrió el pasado 14 de agosto cuando murió más de un centenar de ecuatorianos al hundirse la embarcación.

Según la investigación, hechos similares han ocurrido varias veces y los muertos podrían llegar a ser centenares, solo que en el caso del 14 de agosto sí hubo sobrevivientes que contaran la historia.

En los demás, posiblemente todos murieron encerrados en las bodegas y sus familias guardan silencio por temor a las venganzas de los coyoteros.

Los coyotes están ricos, tienen oficinas abiertas al público y en el Austro, todos -incluso las autoridades- saben quiénes son.

UN CASO INSÓLITO

Hace nueve días la embarcación Lakshimi I, con 166 migrantes a bordo, fue capturada por la Armada de Estados Unidos.

Lo raro del asunto es que nave estaba en poder de la Agencia de Garantía de Depósitos (AGD) por una deuda y por lo tanto no podía zarpar.

Debido a los años de abandono estaba en mal estado, pero misteriosamente la arreglaron y zarparon sin que nadie se diera cuenta.

Los principales involucrados son el depositario judicial, Kléber Ignacio Rosa y Kemil Vicente Arreaga López, liquidador de la empresa Pesca Orión S.A.

20 buques no son suficientes

La Armada del Ecuador tiene 20 embarcaciones patrullando constantemente tanto el perfil costero como el mar territorial, pero los barcos coyoteros llenos de migrantes cada vez son más y con tan pocos buques.

La Armada no puede, ni podrá hacer un trabajo cien por ciento eficiente.

Y mientras no termine la crisis económica que vive la patria, más y más ecuatorianos intentarán abandonar el país, sometiéndose al peligro mortal del viaje, a los engaños y a la humillación.